Igualmente, para que el aprendizaje
colaborativo sea efectivo, los sujetos implicados en el mismo (maestro y
alumnos) deberán adoptar el rol que, a cada uno de ellos, les corresponde:
o
El
docente tiene que diseñar cuidadosamente la propuesta, definir los objetivos,
los materiales de trabajo, dividir el tópico a tratar en sub-tareas, oficiar de
mediador cognitivo en cuanto a proponer preguntas esenciales y subsidiarias que
realmente apunten a la construcción del conocimiento y no a la repetición de
información obtenida y, finalmente, monitorear el trabajo resolviendo
cuestiones puntuales individuales y grupales.
o
Los
alumnos asumen roles desde múltiples perspectivas que representan diferentes
puntos de vista de un mismo problema. Esos roles los convierten en
especialistas desde la mirada del conocimiento situado (las habilidades y el
conocimiento se aprenden en contextos reales y específicos donde ese
conocimiento es aplicado en situaciones cotidianas). A partir de eso, el
trabajo final del grupo colaborativo tendrá lugar cuando se llegue a la
transformación de esa nueva información adquirida en algún producto que
requiera de la aplicación efectiva de habilidades de pensamiento superior.
Siempre se apunta a que haya que tomar una decisión, a optar por una solución
entre varias y fundamentar la elección, a crear una propuesta diferente de las
que ya existen, a analizar un hecho global y proponer una estrategia que se
aplique a un contexto local , etcétera.
Si todos, o la inmensa mayoría, de los
elementos, principios, asunción de roles, etc. citados anteriormente están presentes
o se cumplen, las ventajas del aprendizaje colaborativo pueden ser, además de
numerosas, muy relevantes. Algunas de estas ventajas, mejoras y beneficios que
produce, pueden ser:
-
Un incremento o
mejora de:
§
El
aprendizaje de cada uno, debido a que se enriquece la experiencia de aprender.
§
La
motivación por el trabajo individual y grupal.
§
El
compromiso de cada uno con todos, la cercanía y la apertura.
§
Las
relaciones interpersonales.
§
La
satisfacción por el propio trabajo.
§
Las
habilidades sociales, interacción y comunicación efectivas.
§
La
seguridad en uno mismo, la autoestima y la integración grupal.
-
Otra serie de
efectos positivos, como son:
§
Favorece
la capacidad de resolver problemas de forma creativa, a partir de estrategias
de negociación y mediación y la búsqueda cooperativa de alternativas.
§
Proporciona
oportunidades para aprender a "ponerse en el lugar de otros" y genera
empatía hacia los compañeros. No sólo se aprenden conceptos, sino también
actitudes y valores.
§
Proporciona
oportunidades de éxito a todos los participantes, por lo que mejora el
rendimiento y la autoestima que, a su vez, repercute en una mayor seguridad y
compromiso con el grupo.
§
Permite
reducir estereotipos y prejuicios entre distintos grupos socioculturales, ya
que los compañeros son percibidos como fuente de aprendizaje y no como
competidores para alcanzarlo.
§
Mejora
la motivación y las actitudes hacia la materia de estudio, hacia la figura del
tutor y hacia la función de la institución formativa.
§
Favorece
estrategias y procesos mentales de alto nivel que suponen un reto tanto
intelectual, afectivo como conductual para el participante.
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